¿Te cuesta trabajo vender tanto como quisieras?

¿Te molesta que los clientes te rechacen, te den largas o te ignoren?

¿A veces hasta sientes pena de andar ofreciendo tus productos a todos los que conoces?

Te entiendo, a mí me pasaba lo mismo.

Me costaba trabajo vender, me molestaba muchísimo que los clientes me ignoren y me daba vergüenza ir por la vida vendiendo mis servicios.

Hasta que decidí cambiar.

Simplemente, deje de vender (sí, leíste bien).

En vez de parecer como un zorro que está hambriento por comerse a las ovejas, decidí sencillamente dedicarme a ser útil para un grupo de personas.

Sin darme cuenta, encontré la mejor estrategia de ventas, que me permite:

1. Atraer clientes que confían en mí y están ansiosos por hacer negocios conmigo.

2. Facilitar mis procesos de venta y mejorar mis ingresos.

3. Y todo mientras contribuyo a la vida de otras personas.

En pocas palabras mi estrategia consiste en: 

ayudar a un grupo de personas a avanzar hacia un objetivo que ellos buscan sin pedirles absolutamente nada a cambio.

Y los resultados han sido extraordinarios.

Aunque me encantaría que fuera así, esta estrategia no la inventé yo.

Existen muchas marcas que han construido imperios basándose en el servicio a los demás.

Pongamos un ejemplo: Nike.

Claro que son una marca con un posicionamiento extraordinario y muchos millones de dólares de presupuesto de marketing, pero también son una organización que aplica el concepto de “SIRVE PRIMERO, VENDE DESPUÉS”.

Un cliente o prospecto de Nike está buscando avanzar en una meta relacionada con su salud física y/o su desempeño en algún deporte.

Por ello, además de ofrecerle equipo de alta tecnología para realizar el deporte, Nike le da a su audiencia:

1. Entrenamientos gratuitos.

2. Blogs y podcasts con contenido útil para hacer su proceso más fácil.

3. Motivación continua por medio de una comunidad que comparte el mismo camino que ellos.

4. Aplicaciones móviles para llevar un registro de su avance y conectar con otras personas.

Con todos estos recursos (y otro más) Nike logra formar parte de la vida de sus clientes (y de los que quiere que sean sus clientes), hasta que ellos se dicen internamente:

“Muchas gracias por tu ayuda, y por cierto ¿qué vendes?”

Esa es la pregunta más poderosa que puedes generar en la mente de tu cliente porque:

1. Ya obtuviste su confianza y respeto.

2. Está abierto a iniciar una relación comercial contigo.

3. Jamás tuviste que rogarle o llegar a él con técnicas de manipulación baratas.

Recuerda que tus clientes no están buscando comprar un producto, ni un servicio, están buscando lograr un objetivo y si tu te conviertes en un cómplice que les ayude a acercarse a él serán invaluable para ellos y todo tu proceso de ventas será mucho más fácil.

Así que, si quieres comenzara a vender sin vender y mejorar tus ingresos y tu impacto sigue estos 3 pasos:

Paso # 1. Identifica qué quiere lograr tu cliente.

Esto significa olvidarte por un momento del amor y pasión que tienes por el producto que ofreces y hacer un ejercicio de empatía.

Pregúntate:

¿Cuál es la meta que mi cliente estaría buscando lograr comprándome mis productos o interactuando con mi marca?

Pista: la respuesta nunca es sólo obtener tu producto o servicio.

Por poner algunos ejemplos:

Quizás está buscando demostrar su cariño a un ser querido.

Sentirse más segur@ de sí mismo.

Encontrar una forma de expresarse.

Una vez que reconocer qué es lo que está buscando en realidad puedes pasar al siguiente paso.

Paso # 2. Desarrolla recursos para ayudarlo a lograr sus metas.

Puede ser desde contenido para tus redes sociales, hasta talleres y cursos gratuitos (o con un costo accesible) que le ayuden a lograr su meta.

Por ejemplo, algunas tiendas de estambre ofrecen talleres para enseñarle a las personas cómo hacer un gorrito o una bufanda.

¿Sientes que no eres el gran experto o que no tienes suficientes recursos? No te preocupes.

Puedes empezar pequeño y valerte de otras personas y lo que ellos han creado para hacer tus primeros esfuerzos.

Paso # 3. Sirve y confía.

Este es quizás es paso más difícil de los 3. Porque nuestro ego y nuestra ambición nos hace decir:

“Ok, ya te di lo que necesitabas, ahora ¿cuánto me vas a comprar y cuándo?”

Entiendo que necesitas vender, todos lo queremos, pero caer en esta trampa te hará perder la esencia de la estrategia y demostrarle a tu cliente que sigues siendo como el zorro que quiere comerse a las ovejas, sólo que estabas disfrazado.

Cuando tengas deseos de exigirle al cliente una respuesta simplemente repite en tu mente: “Sirve y confía” y concéntrate en seguir siéndole útil.

Aunque parezca mucho trabajo recuerda que aquellos que sientas que les aportarán valor te buscarán ansiosos para comprarte, para recomendarte y para recomprarte.

Espero que este mensaje te haga sentido y te aporte valor.

(Y por cierto, si necesitas incrementar tus ventas, mejorar la experiencia de tu cliente o tu servicio por favor responde a este mensaje y con gusto te puedo ayudar 😜).

Con cariño,

Carlos Agami 

PD. Recuerda, servir es el camino...