BLOG

Tener metas es bueno, PEEERO...

"Para el 31 de diciembre de este año habré vendido el doble de lo que vendí el año pasado".

Éste es un ejemplo de las metas que solía poner como Director General de mi empresa.

Y no sólo eso, sino que solía compartirlas con el Consejo y comprometerme a alcanzarlas.
9 de cada 10 veces que lo hacía, no lograba alcanzar mi objetivo.

Pero eso no era lo peor, sino que, el hecho de no alcanzarlas me hacía sentirme:

– Inferior.
– Insatisfecho.
– Mentiroso (o hasta soñador).

En pocas palabras, al no alcanzar mis metas, me sentía deprimido.

¿Te ha pasado?

¿Has establecido metas que no has alcanzado, sólo para sentirte peor que antes de tenerlas?

Quizás te identifiques con alguno de estos escenarios:

– Voy a bajar 10 kg para octubre.
– Incrementaré mis ventas un 20%
– Lograré que esa persona se sienta orgullos@ de mí al terminar el año.

Y como éstas, seguramente puedes pensar en muchas metas más.

Las metas tienen un lado oscuro (sí, leíste bien).
"Carlos, ¿me estás diciendo que las metas son negativas?
"¿No se supone que el primer paso para crecer es establecer un objetivo?"

La respuesta es SÍ y NO.

Las metas tienen un lado positivo:

– Te dan claridad de lo que estás buscando.
– Te ayudan a establecer un plan de acción coherente con tus objetivos.
– Te permiten comunicar a otros cuáles son tus aspiraciones.

Pero, también tienen un lado negativo (que te afecta solamente si tú lo permites).

Cuando vinculas tu sentimiento de realización o éxito al alcance de una meta, estás dejando en manos de algo más (que no está 100% en tus manos)  tu propia felicidad.

Todos sabemos que algo puede pasar:

– El mercado puede contraerse y hacer que tus ventas disminuyan.
– Tu cuerpo puede comportarse de una forma que no esperabas e impedirte bajar de peso.
– Otra persona puede no reaccionar como lo necesitabas.

Al final de cuentas, NO TENEMOS EL CONTROL de lo que nos pasa y, por ello, no podemos asegurar que logremos nuestras metas.

El miedo por no alcanzar una meta te paraliza y limita tu desempeño.

"Entonces, ¿qué hago?"

La respuesta es sencilla:

1. Establece una visión: 
¿Hacia dónde quieres llegar y para cuándo?

2. Decide qué acciones tomarás para acercarte a ese objetivo.

3. Toma acción recordando que tu valía NO DEPENDE de lo que logres, sino de lo que eres.

Comienza a vivir comprometido por alcanzar tus metas, pero sin expectativas de lograrlas, y verás que tu vida será mucho más feliz (y también alcanzarás mejores resultados).
Espero que este mensaje te sirva.

Con cariño,

Carlos Agami

PD. Recuerda, servir es el camino...
Carlos Agami, Shopology y Estoy Para Servirte son Marcas Registradas | Todos los Derechos Reservados ©2021