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PAPÁ, ¿YA CRECIÓ EL ÁRBOL?

"Papá, ¿cómo se hacen los kiwis?" 

Me preguntaron mis hijos.

Les respondí explicándoles el proceso de sembrar una semilla en la tierra y esperar a que el árbol crezca y de frutos.

Al día siguiente, me pidieron que sembráramos un árbol de kiwis.

Así que hicimos un agujero en la tierra, pusimos adentro un kiwi, lo tapamos con tierra y, muy emocionados, la regaron.

Luego de 5 minutos de haber terminado ese proceso uno de mis hijos se me acercó muy emocionado y me dijo:

"Papá, ¿ya creció el árbol?"

Esta experiencia me hizo reflexionar acerca de uno de las expectativas falsas en el mundo del servicio y de las ventas.

Cuando servimos a alguien más (de cualquier forma) parece lógico esperar una retribución.

Pensamos:

"Si ya le di a la otra persona lo que necesitaba entonces ella debería de darme lo que yo necesito".

Por ello, después de servir a alguien, esperamos un resultado:

- Una venta.
- Un agradecimiento.
- Su cariño o admiración.

O cualquier otra forma de "pago" por haber servido.

Esperar una recompensa luego de haber servido nos lleva a:

- Decepcionarnos al no recibir lo que esperábamos, cuando lo esperábamos. 
- Perder el entusiasmo por servir.
- Guardar rencor a la otra persona por no retribuirnos.

Es por ello que te invito a cambiar tu mentalidad al respecto.

Sustituye en tu mente el concepto de "Sirve y espera", por "Sirve y confía".

En el primero, tienes una expectativa de que la otra persona (tu cliente, tu pareja, tu amigo, etc) reaccione de la forma que tú deseas y cuando tú lo quieres.

Mientras que en el segundo, simplemente sirves y confías en que serás recompensado por hacerlo, pero no te aferras a que sea de una forma o en un momento en específico. 

Simplemente, SIRVE Y CONFÍA.

Habiendo estudiado el concepto de servir a los demás he aprendido que:
 
Servir SIEMPRE trae consigo una recompensa. No siempre es la que tú esperas, ni cuando tú la esperas, pero SIEMPRE trae una recompensa.

Así que, cada vez que pienses en servir a alguien más (en tu trabajo o en tu vida personal) hazlo sin la expectativa de una recompensa, pero con la confianza de que eventualmente la recibirás.

El árbol de kiwis crecerá cuando sea su momento de crecer. De la misma forma, tu recompensa por servir llegará cuando sea su momento de llegar.

Simplemente: SIRVE Y CONFÍA.

Gracias,

Carlos Agami
P.D. - Recuerda, servir es el camino hacia tu propósito.

Cuando tengamos kiwis te mandaré una foto :D.
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