Si la dirección a la que quiere ir el hombre es distinta de la que quiere el animal.
¿Quién crees que gane?
Claramente, el elefante. Él decidirá hacia donde moverse, aunque el jinete quiera ir a un lugar distinto.
Bueno, exactamente eso es lo que ocurre en tu mente (o la de tus colaboradores) cuando reciben una capacitación.
El jinete es la parte racional de su cerebro que está buscando aprender algo nuevo porque sabe que puede ser importante para su vida.
Mientras que el elefante es su parte emocional: sus deseos, sus miedos y sus preocupaciones.
Siempre que un entrenamiento (conferencia, capacitación, seminario, o como le quieras llamar) sólo apunte a la razón y no logre conectar con la emoción de las personas será un desperdicio de tiempo y dinero.
Porque la razón (el jinete) no es suficiente para cambiar el comportamiento, si no viene acompañada de la emoción (el elefante).
Este modelo lo estudio Jonathan Haidt y lo puedes encontrar en su libro La Hipótesis de la Felicidad (2006).
Responde honestamente:
¿Alguna vez has recibido un entrenamiento, plática o conferencia, sólo para olvidarte del contenido o de aplicarlo 2 semanas después?
Yo sí (y muchas veces)
Y estoy seguro que tú también.
Es por esto que si quieres lograr cambiar el comportamiento de tu equipo o el tuyo (que es el propósito de cualquier capacitación) debes de contemplar los siguientes puntos:
1. Información: El contenido que quieres transmitir.
2. Inspiración: Ayuda a tu equipo a entender ¿Qué significa este contenido para ellos (para SUS VIDAS y sus propias metas)?
Cualquier entrenamiento que falle en lograr que las personas vinculen su aprendizaje (y las acciones que debe de llevar al cabo) con su propósito y sus emociones, será un desperdicio.
Así que recuerda:
Entrenar no es sólo transmitir información, sino también inspirar en el poder que su aplicación puede tener en la vida de quien la recibe.
Espero que este concepto te ayude a mejorar la forma en la que entrenas (inspirando) a tu equipo y en la que te formas a ti mismo para alcanzar tus metas.
Con cariño,
Carlos Agami
PD. Recuerda, servir es el camino...
Por cierto, si quieres recordar las partes de una célula búscalo en Google, porque yo tampoco me las sé.