Y aunque, sólo logré ponerme de pie 2 veces como por 3 segundos cada una, lo disfruté mucho.

Pero, lo más importante es que aprendí varias lecciones:

Normalmente hacemos cosas en las que tenemos el control (repetir nuestro trabajo diario una y otra vez, ser padres de familia, ver una serie en la Televisión, pasar el tiempo en redes sociales, etc.).

Cuando hacemos lo que conocemos, es fácil caer en la trampa de creer que lo sabemos todo.

- Dejamos de escuchar consejos.

- Le tememos a probar cosas nuevas.

- Tenemos miedo de fallar.

Durante esta experiencia de aprender a surfear tuve un maestro, llamado Joni, quien me enseñaba las técnicas para hacerlo, me corregía cada vez que cometía un error y me guiaba para intentarlo de nuevo.

Cuando estaba dentro del mar, cayéndome una y otra vez y siendo un principiante, escuchaba con atención al experto, le hacía preguntas y no me sentía avergonzado de caerme y fallar. Al final de cuentas, ERA UN PRINCIPIANTE.

Todos estamos pasando por una era que nos hizo a todos ser principiantes de nuevo. Desconocemos el terreno, hemos tenido que aprender nuevas formas de trabajar, de relacionarnos y hasta de cuidarnos.

De cierta forma, todos somos principiantes en esta experiencia.

Quiero invitarte a abrazar esta nueva mentalidad y convertirte en una persona:

- Sin miedo a equivocarse, ni vergüenza por caer.

- Dispuesta a escuchar y aprender de quienes pueden ayudarte a lograr tus objetivos.

- Humilde y consciente de que no lo sabe todo.

Vivamos con la mentalidad del principiante y estaremos siempre listos para aprender y para crecer, independientemente del mundo en el que vivamos.

Al final de cuentas, igual NO TENEMOS EL CONTROL de nada más que de nuestra propia mentalidad.

Espero que este mensaje te sirva.

Con cariño,

PD. Recuerda, servir es el camino.