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La historia de un juguete (y por qué la marca siempre gana)

Hace unos días, mi esposa y yo decidimos comprarle a uno de mis hijos unas figuras de juguete de una de sus caricaturas favoritas: Super Wings.

y han sido un gran aliado en casa durante la pandemia =D

Encontramos el producto en Amazon, en Mercado Libre y en Facebook, a través de una persona que se dedica a vender juguetes.

Decidimos comprar el juguete al revendedor de Facebook porque ya habíamos tenido experiencias positivas con él.

Cuando llegaron los juguetes a la casa le pregunté a mi esposa:
¿Quién obtuvo más valor por su esfuerzo en esta transacción? 
(además de mi hijo)
El fabricante del juguete - Seguramente chino.
El importador y distribuidor.
La marca (Super Wings)

La respuesta es obvia: el mayor ganador de esta transacción fue la marca creadora del concepto de estos personajes.

Para obtener este ingreso adicional por la venta de un juguete, la marca no tuvo que realizar ningún esfuerzo extra. Simplemente recolectar las regalías del uso de su licencia.

El fabricante y el distribuidor (que tienen poca diferenciación) tuvieron que pasar por procesos operativos complejos que van desde la compra de la materia prima, la gestión del inventario, los trámites de importación y exportación, la logística y transportación, etc. 

Y todo esto con los riesgos que implica:
1. Pérdida de inventario.
2. Tener producto obsoleto.
3. Inversión financiera en producto e instalaciones.
4. Entre muchos otros.

Así que la conclusión es simple: 
Quien tiene la marca gana.

Tendrá el poder de negociación con otros actores dentro de su cadena de suministro, atraerá a los clientes y obtendrá ingresos adicionales, sin tener que hacer un esfuerzo adicional.

Ya sé lo que estás pensando: 
¡Pero generar una marca de ese nivel de poder es muy difícil!

Claramente, esa es la razón por la que hay pocas marcas exitosas en comparación con el número de fabricantes, distribuidores, etc.

Pero trabajar en posicionar el nombre de tu empresa en la mente de tus clientes siempre será una extraordinaria inversión (si lo sabes hacer), por lo que vale la pena intentarlo.

¿Y quieres saber cuál es la clave para lograrlo? 

adivina...

SERVIR.

La próxima semana te compartiré cómo hacerlo.

Gracias,

Carlos Agami

P.D. - Recuerda, servir es el camino hacia tu propósito... 
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