En mi caso, por ejemplo, mi hermano es el guía con respecto a temas de tecnología para toda mi familia:

- ¿Cómo se configura mi Wi Fi?

- ¿Qué celular me compro?

- ¿Dónde puedo conseguir un repetidor de señal para mi casa?

Básicamente, todos los miembros de mi familia buscamos a mi hermano cada vez que tenemos un problema o una duda con la tecnología. 

¿Por qué?

Porque además de tener estudios profesionales en el tema, mi hermano constantemente está compartiéndonos:

- Noticias de tecnología.

- La experiencia con el nuevo equipo que compró.

- La duda acerca de cuál debería de ser su próximo celular.

Sin esperar nada a cambio, mi hermano está iluminándonos con su conocimiento y su pasión por la tecnología.

Por ello (y porque de verdad sabe mucho), todos lo conocemos como el experto en el tema.

¿Qué pasaría si tu te convirtieras en esa persona para tus clientes al respecto de los problemas que les ayudas a resolver?

¿Cuántos clientes nuevos podrías atraer?

¿Cómo incrementaría la lealtad de tus clientes actuales?

Los clientes no están buscando a alguien que les venda un producto o servicio, sino un aliado para resolver un problema y mejorar su vida en algún aspecto.

Hace algunas semanas, mi amigo Doug Stephens (el "Profeta del Retail" escribió un artículo para la revista Business of Fashion titulado:

"Por qué las marcas editoriales dominarán la larga historia del sector minorista".

En él describe que el mejor producto que una marca puede ofrecer a sus clientes es el contenido que genera.

En un mundo donde la conveniencia para acceder a producto es cada vez mayor (Amazon y Mercado Libre entregan cada vez más productos, más rápido y con menor costo) la única estrategia para defenderte es dar una experiencia que ellos no puedan.

Por ello, te invito a que trabajes bajo la siguiente premisa:

Comienza a trabajar en convertirte en el experto no sólo en el producto que vendes, sino en la necesidad que resuelves.

Voy a compartirte un ejemplo (de una empresa que no me paga nada para que la difunda).

Hace algunos meses, navegando en las redes sociales me encontré con una publicación de una marca de caldos de pollo (Knor Suiza).

Es una marca que no tiene un canal de venta propio, sino que se vende a través de minoristas.

Aunque en casa no podemos consumir esa marca, la propuesta de la publicación me encantó.

"Haz click aquí y te ayudamos a hacer los menús de comida para tu casa".

(FOTO)

Al ingresar en el anuncio llegué a una página donde me hacían un test acerca de mis hábitos de alimentación y, sin pedirme nada a cambio, me creaban un plan personalizado de menús para comida.

Algunos de los platillos recomendados incluían el uso de su producto, pero muchos otros no.

Lo que estaban buscando no era provocar una venta inmediatamente, sino SERVIRME.

Como siempre digo, mi mantra es la vida es:

SIRVE PRIMERO, VENDE DESPUÉS.

Así que te invito a qué pienses:

- ¿Cuál es el problema que tus clientes quieren resolver?

- ¿Qué conocimiento tienes o podrías obtener para ayudarles a resolverlo?

- ¿A través de qué medios podrías hacérselos llegar?

No importa a qué te dediques, si vendes a empresas o al consumidor final, si vendes un producto o un servicio.

Convertir a tu marca en una marca editorial te dará:

Una lista de clientes ansiosos por comprarte.

Un sentimiento de buena voluntad de tus prospectos hacia tu marca.

Menor costo de atracción de clientes nuevos.

Aumento de las compras recurrentes de tus clientes actuales.

Mayor difusión

Y al final de cuentas, ¡Mejor calidad de vida!

Si quieres ayuda para crear una estrategia de difusión de tu marca que:

- Te diferencie de la competencia.

- Atraiga a clientes nuevos.

- Incremente las compras de los clientes actuales.

Te cuento que he desarrollado un proceso llamado R2X con el cual busco ayudar a empresas pequeñas y medianas a incrementar sus ingresos por medio de la experiencia de cliente.

Si quieres saber más, haz clic aquí.

Si no, de igual forma estoy para servirte ahora y siempre.

Gracias,

P.D. - Recuerda, servir es el camino...