BLOG

¿Irías al gimnasio por sólo 8 minutos de ejercicio?

Hace un par de años me fui de viaje con mis mejores amigos a una montaña para esquiar en nieve.
Poco antes, había comenzado a cambiar mis hábitos de salud, con una alimentación más saludable, ejercicio diario y prácticas de meditación. 

Mi rutina decía: hacer ejercicio y meditar 6 veces por semana, sin importar lo que pasara.

La primera mañana en el hotel, acordamos estar listos a las 6:30 am para desayunar y salir a aprovechar el día en la montaña.

Sin darme cuenta, me desperté a las 5:52 am. Tenía sólo 38 minutos para ejercitarme, meditar, bañarme y vestirme con toda la ropa para el frío que se requería para poder salir.
Mis compañeros de cuarto aún dormían, así que me paré sigilosamente, me puse mi ropa de ejercicio y comencé a caminar hacia la puerta.

Entonces uno de mis amigos se despertó y, con los ojos entreabiertos, me dijo:

–¿A dónde vas?

– Al gimnasio. – Le respondí.

– Pero son las 5:52 de la mañana. No te va a dar tiempo. – Replicó.

– Voy a correr el tiempo que pueda. – Le dije.

Entonces se paró y con mucho ímpetu me dijo:

– ¿Vas a ir a gimnasio por 2 minutos???? ¿Estás loco? 
Riéndome y sin continuar la conversación, me fui al gimnasio.

Efectivamente: sólo pude correr 8 minutos en la caminadora y hacer un ejercicio rápido de meditación para regresar después de 10 minutos al cuarto de hotel para prepararme y salir a la hora acordada.

¿Qué opinas? ¿Tuvo sentido?

Ahora déjame explicarte el porqué lo hice:

Los seres humanos tenemos la posibilidad de hacer y de hacernos promesas:

- "El lunes empiezo la dieta"

- "Ahora sí comenzaré a ser más cariñosa con mi pareja"

- "A partir de hoy dedicaré tiempo a escuchar a mi equipo de trabajo"

- Y muchas más.

Pero también tenemos la posibilidad de romperlas (y lo hacemos frecuentemente).

Un gran amigo me enseñó un ejercicio que lo demuestra:

Imagínate que te doy 5 monedas y te digo que:

– Cada vez que cumples una promesa que te hiciste a ti mismo o a alguien más te daré una moneda más.

– Cada vez que incumples con una promesa te quitaré una de tus monedas.
¿En cuánto tiempo crees que te quedarías sin monedas?

La cantidad de monedas que tienes en cada momento reflejan la credibilidad que puedes tener en ti mismo.

Así de simple. Esa fue la razón por la que decidí ir al gimnasio por 8 minutos, por cumplir con una promesa que hice conmigo mismo.

Te daré una última analogía:

¿Alguna vez jugaste Super Mario Bros.?
Recordarás que cada vez que se comía un hongo crecía y se hacía más fuerte.

Personalmente, creo que eso es exactamente lo mismo que ocurre con nuestra confianza:

Cada vez que cumplimos una promesa que nos hicimos a nosotros mismos nos sentimos más fuertes para enfrentar el siguiente reto.

Es por ello, que cumplir tus compromisos (aunque sea por 8 minutos) puede cambiar tu vida.

Espero que este mensaje te sirva y te haga sentido,

Me encantaría conocer tu opinión al respecto (sólo responde a este correo).

Carlos Agami

PD. Recuerda, servir es el camino...
Carlos Agami, Shopology y Estoy Para Servirte son Marcas Registradas | Todos los Derechos Reservados ©2021