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EL SECRETO PARA CONCENTRARTE Y CAMBIAR TU VIDA

Desde el inicio de la pandemia, mi esposa y yo redujimos drásticamente la cantidad de información que consumimos:

- Pasamos menos tiempo en el coche escuchando el radio.
- Hemos limitado nuestro tiempo en redes sociales.
- Redujimos, como todos, el tiempo dedicado a reuniones sociales.

¡Y no podríamos estar más felices!

Sin darnos cuenta, nuestra mente de nuevo tiene el tiempo para aburrirse y nos podemos concentrar en las actividades que amamos (entre ellas, disfrutar a nuestros hijos).

En nuestra era los seres humanos vivimos infoxicados.

Algunos estudios sugieren que en un día normal recibes más información de la que una persona en la Edad Medía recibía EN TODA SU VIDA.

Pero, el problema no es sólo la cantidad de información, sino la calidad de la misma.

Te invito a hacer una reflexión.

¿Cuáles de las siguientes fuentes de información consumen parte de tu atención y tu energía en un día normal?

Las noticias (economía, política, deportes, chismes)
La historia de una persona que se queja de alguien más.
Tus propios resentimientos reflejados en el diálogo interno en tu mente para justificarte o culpar a alguien más.

Ahora piensa lo siguiente:

¿Qué pasaría si eliminaras por completo o parcialmente estos distractores de tu vida?

La respuesta es simple:

Tendrías una vida más sencilla, menos dramática y más concentrada en lo que quieres lograr.

Tim Ferris, en su libro La semana laboral de las 4 horas, que por cierto te recomiendo, define este concepto como: ignorancia selectiva.

No te estoy proponiendo que te hagas ermitañ@ y te aísles del mundo.

Simplemente que elijas qué es aquello que quieres saber y qué es aquello que, por decisión propia, prefieres ignorar.

Que apliques la ignorancia sabia, es decir, que sabes qué es aquello que no sabes y decides que se quede así.

Creemos que nuestra vida puede mejorar cuando le agreguemos más cosas (objetos, información), pero la verdadera clave está en deshacerte de todas aquellas que te impiden concentrarte en tus objetivos.

Recuerda que: 
- Para servir a otros, primero tienes que servirte a ti mismo.
- Jamás podrás llevar a alguien más, más lejos de lo que tú has estado.
- Es tu responsabilidad crecer para poder darle a los demás lo que necesitan.

Así que te invito a:

1. Elegir conscientemente qué fuentes de información quieres que capturen tu atención y tu energía (y por cuánto tiempo).

2. Decidir a quién escucharás con base en cuánto valor están aportando a tu vida. (hoy es una gran oportunidad para hacer cambios al respecto).


Si quieres aprender más acerca de cómo servirte a ti mismo para servir a los demás, trascender en sus vidas y mejorar la tuya, te invito a conocer mi libro:

ESTOY PARA SERVIRTE: El camino hacia tu propósito

Gracias,

Carlos Agami

P.D. - Recuerda, servir es el camino hacia tu propósito.
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