BLOG

EL PODER DEL FINAL FELIZ

Éste domingo mi familia y yo vivimos un día increíble.

- Por la mañana fuimos a un jardín y a unos juegos infantiles.

- Al mediodía mientras yo corría para hacer ejercicio mis hijos me perseguían y se divertían "haciendo ejercicio".

- Más tarde fuimos a un parque donde compramos globos, unos juguetes y un helado.

- Regresamos a la casa y comimos.

- Finalmente cerramos el día acostados juntos en el sillón viendo videos en YouTube.

Verdaderamente, tanto los niños como sus papás, nos la pasamos increíble.

Antes de dormir, mi esposa y yo tenemos la costumbre de preguntarle a nuestros hijos:

¿Qué fue lo que más te gustó del día de hoy?

Ésa noche uno de ellos me contestó:

Lo que más me gustó fueron los videos que vimos en YouTube en la noche.

Mientras lo escuchaba, pensé:

Luego de un día tan interactivo, de tanta diversión fuera de la casa, ¿¡Lo que más te gustó fueron los videos?!!!????

Tengo que reconocer que los videos, donde construyen casas con bolitas de iman de colores, estaban muy buenos :D.
Esto me recuerda una de las lecciones más importantes que he aprendido al respecto de la experiencia del cliente.

Las personas tendemos a recordar con mucho mayor intensidad el último paso de una experiencia vivida, que todos los demás:
- Luego de un viaje, de lo que más hablamos es del difícil camino de regreso que tuvimos.
- Al salir de la feria generalmente recordamos el último juego mecánico al que nos subimos.
- Y al comprarle una empresa la percepción con la que nos quedamos es la de nuestra última interacción con ella.
Los finales son importantes.

Si quieres que tus clientes estén satisfechos, te recomienden y te vuelvan a comprar procura poner mucha atención en cómo terminan su proceso de compra de tu producto.

Por ejemplo:

Si tu cliente se enamora de ti a través de las redes sociales, ingresa a tu página de Internet y compra un producto, pero cuando lo recibe encuentra alguna deficiencia en el empaque en el producto o en la atención, su percepción de satisfacción será baja.

En las empresas estamos acostumbrados a cuidar los procesos de adquisición de clientes: la publicidad, la mercadotecnia y los esfuerzos de ventas.

Pero comúnmente ignoramos los procesos finales de la experiencia de quién ya nos compró.

En realidad ahí es adonde está la diferencia de la experiencia de tu cliente.

El bienestar de una pareja no se mide por la forma en la que se conocieron sino por la forma en la que se tratan en la actualidad.

De la misma forma la satisfacción de tu cliente no se mide por la forma en la que los atrajiste para comprarte, sino por la manera en la que los mantiene satisfechos incluso después de haberte comprado.
Así que recuerda ponerle atención a todo el proceso que vive un cliente con tu marca desde que te conoce hasta que termina de recibir tu producto o servicio de tu parte.

Te cuento que para el mes de mayo aún nos quedan en Shopology tres espacios para ayudar a empresas a mejorar su experiencia del cliente y con ello a incrementar sus ventas.

Si te interesa ser una de ellas responde a este correo con tus datos y te llamaremos para ayudarte.
Gracias,

Carlos Agami

P.D. - Recuerda, servir es el camino...
Carlos Agami, Shopology y Estoy Para Servirte son Marcas Registradas | Todos los Derechos Reservados ©2021